México Distrito Federal! La jungla urbana.

Todo por culpa de mi despiste y de no saber que un “no” europeo después de su salida no tiene derecho a volver a Europa hasta 90 días después, eso… y el esperar de los documentos que CBS prometió enviar para tramitar mi nueva visa. Pero definitivamente andar y ser parte de la jungla urbana me ha dejado en muchas ocasiones con los ojitos a súper abiertos tratando de disimular la mirada curiosa y hacerme pasar por un nativo chilango, como un instinto de auto protección, simplemente salir a la calle es una sobre dosis de información, chucherías por aquí y por allá, personajes extravagantes, contrastes arquitectónicos y sofisticados incluyendo grandes catedrales en posición de hundimiento, la extrema velocidad en algún circuito o las dos horas tratando de avanzar en el tráfico pesado, de lo limpio a lo medio-limpio, lo sucio y lo extra sucio (en algunos otros casos lo EXTRA MEGA sucio), la extrema organización en el metro, sobre todo la de los vendedores y la eficiencia del transporte público. Salir en el D.F. a pasear o turistear no puede ser algo como en Morelia, caminar por ahí a disfrutar el paisaje a ver que nos encontramos en el camino, es algo que se tiene que decidir antes de cruzar la puerta de donde estas, porque todo depende del tiempo que implica el trasladarse a ese lugar y es muy seguro que ese lugar no termines de explorarlo porque cada día se ofrece algo nuevo. El caminar de un chilango es rápido y seguro, sabe esquivar o torear a los carros y atraviesa con seguridad las grandes avenidas, sabe indicar a un taxista cuál es el camino más corto, y sabe dónde encontrar alguna chuchería al mejor precio, no hay que olvidar mencionar su fuerte sistema inmune gracias al consumo de la deliciosa y grasosa garnacha ubicada generalmente fuera de los metros o mejor dicho en cualquier rincón de la ciudad. “Es un gran circo esta ciudad” Es increíble como la gente tiene tanta fe a la colectividad. Lo admito sigo siendo un que jamás ha estado en una ciudad como esta y me sorprenden todavía muchas cosas, que han dejado de verse en mi pueblito.